Rasgos inusuales de un buen amigo
Juzgar una amistad es tarea difícil. Al final, como es un tesoro escaso, la amistad se recibe tal cual llega, desde el corazón, sin condiciones de satisfacción. De todas maneras, hay señales innegables que vienen desde el alma humana que indican cuando hay genuina y verdadera amistad, sin condición ni interés. Me permito resumir algunas de esas señales que manda un “buen amigo”, las cuales, penosamente, no son tan frecuentes en estos días.
- En sus conversaciones nunca te menciona o encara sus éxitos o encantos, mucho menos sus posesiones.
- No te informa de las ocurrencias, errores o sombras de otras personas, ni mucho menos de las amistades en común.
- Se alegra mucho de tus éxitos sin expresarte desear los mismos o nada parecido.
- Destaca siempre tus virtudes y aciertos sin exagerarlos o incrementarlos.
- Pregunta y escucha sobre temas que te inquietan o sobre tus familiares cercanos.
- Tiene un contacto espontáneo contigo con cierta frecuencia solamente para “saber de ti y los tuyos”
- Conversa sobre posibles planes futuros contigo (viaje, visita, proyecto, etc)
- Te ha acompañado en un momento de dolor sin juzgar: ya seas cuando hayas cometido un desacierto o cuando ocurre una pérdida de un familiar cercano.
- Escucha más de lo que habla.
- Promete frecuentemente y cumple a plenitud.
- Frecuentemente escuchas de su boca las expresiones: gracias, perdóname, te amo (te quiero, te aprecio)
- Cuando piensas en él, de alguna manera sientes que “está presente contigo” que “puedes contar con el”.
Quizás muchos de ustedes, al leer este artículo, estarán cotejando a aquellos que les han brindado genuina amistad. Otros estarán cuestionándose por qué no tienen amigos con estos rasgos.
A todos les tengo una buena noticia: para incrementar la cantidad de personas a nuestro alrededor que muestre estos rasgos solo hay que ¡practicarlos nosotros mismos!
Se tú con los demás eres exactamente de la misma manera que quieres que sean contigo. Confío que estos rasgos te apoyen en esa retadora tarea de amor. De todas formas a esta tierra, sospecho, venimos a dar y recibir amor; a cultivar amistades verdaderas.