¡Olvídate de la palabra SUERTE!
Desde siglos atrás se ha hablado y escrito sobre la suerte. De hecho, esas conversaciones sobre suerte han sido de fortuna para algunos y de tragedia para la mayoría. Con “la suerte” se ha estafado a mucha gente y se ha creado una serie de negocios (loterías, casinos, centros de apuestas, etc) que si analizamos atentamente y bien de cerca descubrimos que solo beneficia a los propietarios en base a la explotación de las víctimas que entregan su vida al azar. Si miramos bien, los dueños de los negocios de azar nunca hablan en sus hogares de suerte, más bien hablan de sus ventas y ¡de sus ganancias!
Mi invitación especial a nuestro lector es que experimente cómo sería la vida si en ningún momento estar atento a la suerte. Amigo querido los seres humanos tenemos el poder, la capacidad, de crear el futuro que entendemos que nos merecemos. Dejar a la “suerte” nuestro destino es desperdiciar tu potencial humano.
Cuando esperamos un “golpe de suerte” (Ej.: una pareja con dinero, un amigo político o empresario, una persona adinerada que “nos quiera ayudar”) automáticamente nuestra vida queda a merced de otros, de las circunstancias externas y de lo “que trae el barco” y esa actitud es muy peligrosa. A pesar de que hay personas que aparentemente “dan un palo” de suerte, si miras de cerca, la mayoría de ellos, en pocos meses vuelven a ser quienes eran y, aún peor, con el dolor, frustración y culpa.
Lánzate en 2015 a crear tu vida y el futuro que deseas para ti y tu familia. Declara, toma acción y verás llegar los resultados uno a uno, poco a poco, a medida que aumente tu creencia en ti mismo y en la fuente infinita que te ha creado. ¡Sal huyendo de los negocios de azar! (no vayas ni los menciones) Más bien proponte cambiar de lado: ser tu el creador del negocio. Júntate con personas que, más que “buena suerte”, han tenido resultados en base a un trabajo y enfoque permanente. Descubrirás las mieles del paraíso una vez te hagas cargo de tu futuro.
Una invitación final: ni siquiera menciones la palabra suerte. No te atrevas a atribuir a algo externo los resultados que veas en ti o en otros. Más bien agradece pues lo único que ha pasado en esos casos es que se aparece una oportunidad y tú estás preparado.