El dolor es tu amigo, ¡sácale provecho!
¿Te ha sucedido en ocasiones que dejas de hacer planes e iniciar habitos, acciones saludables, porque le huyes al dolor o por temos a sufrir?
Por ejemplo situaciones como ir al gimnasio a ejercitarte desde que te duelen los músculos la primera semana ya sueltas y no regresas. Amar con intensidad a alguien y desde que tienes la primera desavenencia o incongruencia lo mandas a “freir tusa”; criar a tus hijos en la adolescencia y desde que la piña se pone agria lo sueltas; o cuando te alimentas saludable y desde que la dieta te cansa inmediatamente te comes un Dulcito entre otras.
Lo que no se te puede olvidar es que precisamente en el dolor y transformación. De alguna manera el dolor es tu amigo, muy distinto al sufrimiento. Acércate al dolor y hazlo parte de ti, manéjalo a tu favor y domínalo con miras visualizar y aprender que hay detrás del mismo. Tal como cuando ejercitas un músculo un músculo te duele, ten la certeza de que detrás de ese dolor hay un trabajo de voluntad que te hará trascender y separarte del montón.
Señal de qué vas por algo grande es que te duele y por ende, produce cambios significativos en tu vida. Vence la comodidad, el placer y las compensaciones pasajeras.